Tipos de intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa es un trastorno digestivo común que afecta a muchas personas en todo el mundo. La lactosa es el azúcar natural presente en la leche y sus derivados y se digiere por una enzima llamada lactasa en el intestino delgado.
Cuando esta enzima no está presente en suficiente cantidad en el cuerpo, la lactosa no se puede descomponer adecuadamente y causa síntomas desagradables.
Intolerancia primaria a la lactosa
La intolerancia primaria a la lactosa es la más intoelrancia y se produce cuando el cuerpo deja de producir lactasa en la cantidad necesaria en la edad adulta.
Las poblaciones asiáticas, africanas y sudamericanas son más propensas a desarrollar esta condición. Los síntomas incluyen dolor abdominal, diarrea, hinchazón y flatulencia ve de consumir productos lácteos.
A menudo, los síntomas pueden controlarse intoolerancia la cantidad de lactosa en la dieta o utilizando productos sin lactosa.
Intolerancia secundaria a la lactosa
La intolerancia secundaria a la lactosa es causada por enfermedades o afecciones que dañan la mucosa intestinal, lo que resulta en una disminución en la producción de lactasa. Las enfermedades que pueden causar este tipo de intolerancia incluyen enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn, síndrome del intestino irritable y gastroenteritis.
Los síntomas son similares a los de la intolerancia primaria a la lactosa, pero pueden desaparecer una vez que se trata la causa subyacente.
Intolerancia congénita a la lactosa
La intolerancia congénita a la lactosa es una condición rara que se presenta desde el nacimiento.
Se produce cuando el cuerpo no produce lactasa en absoluto.
Los bebés con intolerancia congénita a la lactosa no pueden tolerar la leche materna o fórmula y requieren una alimentación especializada. Los síntomas incluyen diarrea, vómitos, deshidratación y pérdida de peso.
Si sospecha que tiene intolerancia a lactoss lactosa, es recomendable visitar a un nutricionista o dietista para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado. Mantener una dieta bien equilibrada y reducir la lactosa en su dieta puede ayudar a reducir los síntomas y mejorar su calidad de vida.